ETERNO ES NUESTRO AMOR
La alcoba quieta,
el lecho frío;
la mirada perdida de un soñador por
el tiempo.
En el jardín,
ruidos nocturnos.
Todo en calma se encontraba.
Se respiraba una soledad completa
en aquella noche silenciosa.
El soñador despertó de su letarga
búsqueda,
dibujándose
una sonrisa de triunfo en su rostro,
y de sus labios
brotaron palabras de alegría:
Amo tanto ahora,
que al caminar por esta vida
mis ojos han dejado de llorar
y con deleite lo expresan;
el amor que hoy visita mi corazón
es el más puro
e inmenso,
sin compararlo siquiera
con todo el amor del mundo.
Si el osado destructor deseara
apagar este ardiente amor,
no le bastarían los mares,
ni los ríos,
ni los lagos
para extinguir nuestro amor.
Y si el destino se empeñara
en separar nuestros corazones,
jamás lo
conseguiría;
porque antes que pisaran nuestros
pies
la tierra de los hombres,
ya existía entre ella y yo
la semilla del amor,
dentro de nuestras almas.
Y si el tiempo enardecido de dolor
pidiera a la muerte
el castigo de nuestra separación,
sería una inútil súplica:
Porque nuestro amor es eterno y
vivirá
en cada aurora,
en el despertar de una rosa,
en el canto de las aves,
en la mirada de los niños,
en el soplar del viento,
y en el mismo amor.
Nuestro amor es la vida misma
y eternamente vivirá
en recuerdos poéticos
hoy,
mañana
y siempre...